Objetivo prioritario: la reactivación de Huelva
No habrá justicia social ni equidad si nuestra sociedad entra en un proceso decadente que no permita que las personas puedan realizar sus proyectos de vida. Igual que tenemos cada vez más personas en riesgo de pobreza, también esto ocurre con los territorios, y nuestra provincia de Huelva está ya en riesgo de entrar en un proceso de deterioro económico y social que puede llevarnos a situaciones límites.
Casi el 10% de nuestra población necesita que se le ayude en necesidades básicas como la alimentación, nuestras tasas de actividad económica caen sin parar y los sectores emergentes como la agricultura intensiva, el turismo o la minería no pueden tirar de un carro tan enorme como el de los numerosos sectores que han entrado en recesión en Huelva.
Debemos ponernos todos manos a la obra, pues tenemos un objetivo claro, la reactivación de esta sociedad decadente en la que se está convirtiendo Huelva. En esta misma revista nuestro compañero Juan José García del Hoyo, alerta de la escasez de inversiones en infraestructura que tiene nuestra tierra, es algo histórico, pero ahora todavía se ven las consecuencias de una forma más alarmante. Este es un reto de todos y necesita unión, pues la lucha partidista en el ámbito político está impidiendo que se piense en Huelva antes que los intereses particulares de las diferentes fuerzas políticas.
Todos coincidimos con el análisis, incluso se han creado numerosas asociaciones y grupos para luchar por las infraestructuras de Huelva, lo necesario ahora es la efectividad, no podemos seguir siendo los damnificados de la política española. En el siglo XIX, Huelva fue de las provincias que más aportó al erario español, a pesar de que aquí no se invirtió apenas dinero público, lo mismo ocurrió en el siglo XX, Huelva es la gran perdedora de la época franquista y de la democracia, por la escasez de inversiones en nuestra tierra.
El resultado es que son cada vez más necesarias instituciones como RESURGIR o el Banco de Alimentos para dar cobertura a una gran parte de la población en las que no trabaja ningún miembro de la familia o lo hacen en empleos temporales que no les permiten desarrollar su potencial. Ello sin hablar de la enorme diáspora de nuestros mejores jóvenes que se tienen que ir al resto de España o al extranjero.
Es la hora de Huelva, nos toca a nosotros no sólo pedir las infraestructuras e inversiones, sino conseguirlas de forma efectiva, pues la pobreza en Huelva, no sólo no está disminuyendo sino aumentando. Hace sólo 5 años el Banco de Alimentos de Huelva necesitaba repartir 800.000 Kg., ahora se precisa, para este 2017, 3 millones de Kg., RESURGIR cada vez tiene más beneficiarios que vienen con mayor asiduidad al Economato, que se ha constituido en una actividad vital para miles de familias.
Ya dijimos en otro número de la revista RESURGIR, que es necesario hacer de Huelva una provincia transformadora, hemos triunfado en la extracción (de minerales, pesca, agricultura), pero en la transformación de nuestros productos hemos fracasado históricamente. Es el momento de fomentar que transformemos en un mundo que cada vez demanda productos más elaborados. Este es, junto con la creación de infraestructuras, nuestro gran reto, y no sólo es un problema económico, es un dilema social, ya no hay empleo de calidad en Huelva, entendiéndolo por aquel que te da lo justo para vivir, como los mileuristas, pues en nuestra tierra ya ni eso. Nuestros jóvenes no tienen apenas oportunidades y si seguimos con los ojos cerrados, pronto estarán en las puertas de la pobreza. Algunas de nuestras comarcas onubenses están a la cabeza del desempleo de todas las de la Unión Europea, por todo ello, es el momento de Huelva y hemos de luchar por ella.
Y mientras mejoramos, una vez más, acabamos esta ventana de la revista animando a todos los voluntarios de RESURGIR y de otras instituciones, a que sigan con su importante labor, que ahora es más necesaria que nunca, pues las estadísticas nos siguen diciendo que en Huelva tenemos un enorme problema social, económico y alimentario y debemos entre todos ayudar a paliarlo, aunque ya hay que ir proponiendo y consiguiendo soluciones más a largo plazo.
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