Resurgir consigue llenar de solidaridad el concierto de Brotes de Olivo

No eran los mismos niños que en los principios de los 70 comenzaban a lanzar un mensaje de amor, paz, solidaridad o esperanza en los círculos más cercanos y ante un buen número de matrimonios cristianos de Huelva que creyeron en ellos desde el inicio de su transitar por la vida. Pero sí los mismos hombres que, desde la reflexión, continúan marcándonos el camino para no olvidar a los desfavorecidos e indicándonos la luz de la esperanza.

Brotes de Olivo es una familia cristiana que ya en 1974 conseguía publicar el primero de casi 30 discos transmitiendo la palabra de Dios: “cantar a la vida, por la vida por medio del Evangelio ha sido uno de los regalos más grandes que nos ha podido dar el Señor”.

Resurgir ha conseguido reunir a 8 de los componentes de este grupo musical para ofrecer un concierto en el Salón de actos del Colegio de las Esclavas para recaudar fondos que permitan al Economato continuar con la labor social que desarrolla. Era quizás más importante llevar “La Palabra” a los asistentes, por eso el Presidente de Resurgir, en unas palabras improvisadas, llamó al Grupo “Mensajeros de la Palabra” al reconocer en sus miembros rasgos como el placer de servir, el compromiso de la libertad, el riesgo de la fe en la providencia o el servir para unir. Manuel García Villalba se refirió a ellos como “Portadores de Esperanza” y reconoció su gran labor en Huelva durante más de 40 años.

Los asistentes al concierto acompañaron al Grupo en todo el repertorio de canciones, todas ellas coreadas con alegría y llevando el compás con palmas y voces de reconocimiento al mensaje transmitido.

“… Tu alegría, mi alegría; tu amargura mi amargura;
tu pobreza, mi pobreza; tu riqueza, mi riqueza;
tu camino, mi camino; tu destino mi destino,
he de sentir…”

Brotes de Olivo nació “como medio para hacer pensar y llevar alegría a la gente” decía Vicente Morales, padre del Grupo, que asistió al concierto demostrándonos a los presentes su gran capacidad intelectual y su fuerza para seguir cuidando del rebaño.

Fue una noche especial, tanto para los voluntarios de Resurgir como para el resto de asistentes que pudieron recibir el testimonio de la paz y la luz de la esperanza.

“El pueblo que sufre y muere, no muere, lo hemos matado,
tras pisar su dignidad y su fe, pisoteado.”

Brotes de Olivo ofreció un concierto “Inesperado, inconsciente, familiar, como medio para hacer pensar y llevar alegría a la gente”, como ellos mismos definen su inicio en su web www.brotesdeolivo.es.