Estamos atravesando, sin duda, uno de los momentos más duros de esta crisis, a la que no se le ve salida inmediata. Posiblemente hoy, a cuatro meses de la recogida de datos de nuestra encuesta, la marca de la pobreza alcance cuotas mucho más elevadas a tenor de las informaciones que recibimos de la evolución del paro.

Los datos. Tremendos.

Durante los últimos diez años hemos venido estudiando las dimensiones reales de quienes atraviesan por una situación de precariedad económica que le impide el desarrollo de una vida normal.

Dado que la pobreza es un concepto relativo, hemos seguido los criterios de la Unión Europea para determinar sus límites, considerando pobre a la persona cuyos ingresos mensuales no llegan a la mitad de los de la media general de la ciudad. Si esos ingresos no llegan siquiera a la cuarta parte de la media, estaríamos ante una situación de extrema pobreza.

Nuestro primer estudio se realizó en diciembre de 1999, cuando cada una de las personas que componían el censo de la ciudad tocaban a 422€ mensuales. En ese momento eran 20.559 quienes no alcanzaban los 211€, casi 3.000 de los cuales ni siquiera llegaban a los 105€. Observábamos que no había ningún barrio de la ciudad que escapara de esta situación, aunque eran, evidentemente, los barrios periféricos los más afectados.

En diciembre del año 2006 encontramos un aumento de 126€ en la media de los ingresos mensuales ‘per cápita’, alcanzando éstos la cifra de 548 €. Se ha producido un aumento de la población, en gran medida por la llegada masiva de inmigrantes, y sin embargo desciende el número de pobres a 14.434, aunque se mantienen casi en la misma cantidad quienes están en la extrema pobreza. No es necesario advertir que estábamos instalados en la cresta de una ola de bonanza económica.

Dos años más tarde, en la encuesta que realizamos en diciembre de 2008, sólo ha aumentado 3€ la cantidad media de ingresos mensuales de cada persona. Esta desaceleración económica consigue alcanzar un promedio de 551€ mensuales. Ha continuado creciendo la población alcanzando los 150.000 habitantes, también con una importante cuota de inmigrantes, pero se han disparado los niveles de pobreza rondando los 30.000 y superando los 3.000 los que se encuentran en situación de extrema precariedad. Para tomar conciencia de las dimensiones de este colectivo, pensemos que pueden llenar casi dos veces el Nuevo Estadio Colombino.

Nuestros datos eran ya bastante contundentes, no sólo en cuanto al espectacular incremento del número de pobres en Huelva, que duplica al de hace dos años, sino a las circunstancias que rodean a este hecho, consecuencia directa de la crisis. Así, se están viendo afectadas todas las capas sociales de igual modo, adquiriendo esta crisis un carácter ‘democrático’; más de un tercio de los empresarios que han sido encuestados tienen dificultades para mantener su empresa y una cuarta parte cree que va a tener que despedir a trabajadores. Uno de cada cinco trabajadores que fueron encuestados ya se había quedado sin trabajo en diciembre y otros dos manifiestan que su trabajo está en una situación de inseguridad.

A modo de ejemplo, reproducimos este gráfico que publicaba el diario Huelva Información el domingo, 26 de abril, aunque se refiera al conjunto de la provincia.

 

Pero lo que más llama la atención es que han perdido o van a perder su vivienda casi en las mismas proporciones los pobres y los desahogados económicamente, posiblemente los primeros por la insuficiencia de sus ingresos para hacer frente a los pagos correspondientes, y los segundos por el cierre de líneas crediticias de las entidades bancarias. En esta situación extrema de desahucio, o próximos a él, se encuentran 4.200 onubenses. Con grandes dificultades, hasta el punto de tener que reducir gastos necesarios, no caprichos, se hallan 37.500 onubenses, es decir uno de cada cuatro. La mitad de la población manifiesta que no tiene problemas, pero sí algún familiar cercano. Y finalmente, sólo dos de cada diez encuestados dicen encontrarse en una situación de seguridad, no afectada por las restricciones hipotecarias planteadas por los bancos.

El mapa de la nueva pobreza

Del gráfico anterior se puede extraer que los distritos municipales 6, 7 y 8 contienen casi dos terceras partes (19.700) de los 29.700 pobres. Los otros 10.000 se reparten por el resto de la ciudad, sobre todo en el centro.

El distrito municipal 6, que incluye los barrios de Pérez Cubillas, Los Rosales y Fuentepiña, es, sin duda, el más castigado: dos de cada cinco vecinos son pobres, uno de cada cuatro tiene su trabajo en una situación de inseguridad y tres de cada cinco ya se había quedado sin trabajo en diciembre. Tenemos que añadir a estos datos que se trata de uno de los espacios donde hay una mayor concentración de población inmigrante.

La Orden , el Humilladero, la Barriada del Carmen y la nueva Marismas del Odiel conforman el distrito 8, que sigue en nivel de pobreza en proporción muy similar al anterior. Este distrito, sin embargo, se ha visto menos afectado por el paro en el momento en que se realizó la encuesta, puesto que sólo estaba en esa situación una de cada siete personas, pero dos de cada cinco muestran una gran inseguridad en la continuidad de su trabajo.

El distrito 7 lo forman el Torrejón y parte de Fuentepiña, con la Hispanidad y la prolongación de la Avda. de Andalucía; por tanto, existe una cierta heterogeneidad que le hace bajar diez puntos porcentuales respecto a los distritos anteriores. En este distrito una de cada cuatro personas es pobre. Ya en diciembre uno de cada cinco encuestados se había quedado sin trabajo y uno de cada dos tenía conciencia de la inseguridad laboral en la que estaba.

El distrito 3 tiene, en mayor medida aún que el anterior, contrastes de zonas residenciales: Avda. Sundheim , Barrio Obrero, Matadero, Pío XII. Cuenta con un pobre por cada cinco personas, con un parado en diciembre también por cada cinco personas, pero con dos de cada tres personas con un trabajo en situación de inseguridad.

En el centro de la ciudad es pobre una de cada siete personas, se quedó sin trabajo en diciembre una de cada cuatro y está en una situación de inseguridad laboral una de cada tres.

Tres Ventanas, Adoratrices, Avda. de Andalucía y el Conquero forman el distrito 4, también con un cierto contraste de niveles económicos. Aquí es pobre una de cada ocho personas, se había quedado en paro en diciembre una de cada seis y estaba en situación de inseguridad laboral una de cada cuatro.

Menor es la proporción de pobreza en la Isla Chica , con una de cada once personas. Pero una de cada cinco se había quedado en paro en diciembre y una de cada dos tenía un trabajo poco estable.

Finalmente, el Molino de la Vega , las Colonias, Barriada de la Navidad y el Polígono de Zafra, que forman el distrito 2, sólo tienen un pobre por cada veinte personas, aunque una de cada cinco estaba parada en diciembre y otra proporción igual se encontraba en situación de inseguridad laboral.

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Elaboración: Asociación Resurgir. Diciembre 2008