El pasado 3 de enero nos dejaba, en Paraguay, como él deseaba, el jesuita Paco Oliva. Más que un amigo, más que un hermano, Pai’ Oliva vivió y murió como siempre quiso: junto a lo que más amaba, los desheredados del mundo.
Luchador incansable por los derechos humanos, su vida junto a los más pobres y necesitados, la coherencia del Evangelio y la vida, han sido un ejemplo a seguir, que aquí en Huelva ha dejado muchas semillas.
Os dejamos el link a la entrevista que le hicimos en primavera de 2019, cinco páginas repletas de fe, alegría y amor.
